Emotivas palabras de Javier Gastón en el Acto del 2 de Abril

04 de Abril

El último miércoles, en el marco del Acto Oficial por el “Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas”, el intendente municipal Javier Gastón tuvo elogiosas palabras para con los excombatientes de Chascomús.

A continuación, compartimos con la comunidad su reflexión: “Por lo que fue la guerra en 1.982, pero también por lo que cada uno de ustedes fue compartiendo en todos estos años, el 2 de abril es una fecha cargada de emociones.

Desde la noción de patria lejana, amada y usurpada, hasta el recuerdo de lo que dieron para recuperar las Malvinas.

Decía Blas Pascal en el siglo XVII que “el corazón tiene razones que la razón no entiende”.

Lo hemos probado muchas veces, el sentimiento es anterior a la razón, y muchas veces, más poderoso.

La razón nos dice que hay fundamentos geográficos, históricos y geopolíticos que prueban irrefutablemente que las Malvinas son argentinas.

Y al mismo tiempo el corazón nos dice que nos duele en el alma que aún no lo sean plenamente.

Hay un acontecimiento poco recordado de nuestra historia democrática, que une razón y corazón con la fuerza que sólo puede hacerlo un hecho político de la trascendencia de una reforma constitucional.

En 1.994 se agregaron al texto de la Constitución Nacional algunas disposiciones transitorias. Transitorias porque los constituyentes, nuestros representantes, estaban convencidos de que en algún momento iban a ser innecesarias.

La primera de esas disposiciones dice: “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, por ser parte integrante del territorio nacional”.

Es una declaración a todas las naciones del mundo: las Malvinas fueron, son y serán argentinas.

Podrán ocuparlas otros, pero sepa todo el mundo, que sigue siendo un robo mientras no se restituya ese territorio a su verdadero dueño. Robaron las islas en 1.833 cuando dependían del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, volvieron a robarlas hace 43 años. Pero sabemos que el paso del tiempo no prescribe el delito.

Continúa esa disposición transitoria de la Constitución Nacional diciendo “La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.”

Al hablar de un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino, le pone letra a nuestro corazón, pone en palabras lo que todos los argentinos sentimos.

También le pone límites a gobernantes trasnochados que pretendan ganancias económicas entregando las islas, o que pretendan cambiarlas por vacunas, o que no inocentemente las llamen Falklands.

Como pueblo tenemos un objetivo que nos unifica, nos da una causa común por la que luchar, la recuperación de nuestras islas.

Como pueblo sentimos que la Guerra de Malvinas es una parte oscura de nuestra historia que solo adquiere luz desde el coraje y la valentía de los que lucharon allí, fundamentalmente de los que quedaron en las islas y de los que volvieron, como también de aquellos que desde el continente asistieron a los que estaban en el archipiélago.

En cada acto de Malvinas lo que reivindicamos son los valores de esos argentinos.

En la guerra convivieron con la violencia más extrema.

Agotemos siempre todas las instancias de diálogo para construir los consensos necesarios que nos permitan vivir en comunidad, en paz, sin violencia.

En la guerra vivieron en carne propia el desamparo y el olvido.

Busquémosle la vuelta para no repetir eso entre nosotros. Que los desamparados y olvidados de este tiempo encuentren en nosotros quien les dé una mano. No abandonemos a los que la están pasando mal, sabemos quienes son.

En la guerra aprendieron a confiar en sus propias fuerzas y en la de sus compañeros.

Fortalezcamos la confianza que nos permita salir juntos de los momentos de crisis que estamos atravesando.

Siempre vamos a estar agradecidos por lo que hicieron allá, también por lo que siguen haciendo acá.

El tiempo va pasando y va dejando marcas también en ustedes.

Les agradecemos porque no bajan los brazos, porque siempre están dispuestos a acompañar a las nuevas generaciones compartiendo sus vivencias en las escuelas, y cada vez que se los convoca.

Sigan siendo artífices de la unión, el diálogo y la paz que necesitamos, todo el tiempo, todos los argentinos.

Sigan contagiando esperanza, capacidad de lucha en la adversidad, ganas de vivir y ayudar a vivir a otros en paz. Muchas gracias”.