Compostaje domiciliario: una forma de hacernos cargo de lo que producimos
13 de Noviembre
Sacar la basura parece el acto final de lo que se descarta cotidianamente en los hogares. Pocas veces nos preguntamos a dónde va todo lo que dejamos en los contenedores verde oscuro.
Lo cierto es que la basura es un problema social de todos los tiempos, acentuado en el presente por los hábitos de consumo actuales.
Preocupan los basurales a cielo abierto, los desiertos sembrados de ropa descartada por las grandes cadenas de “fast fashion”, la contaminación de los espejos de agua, la capa de ozono, el plástico en los océanos y en el estómago de los peces.
Sin embargo, las bolsas de residuos domiciliarios contienen todo esto y peor aún, en los contenedores de descartables muchas veces los materiales se echan a perder por una separación ineficiente.
La solución parece inalcanzable, pero como todo largo viaje, comienza con un primer paso. Además de consumir de manera responsable, hay otras medidas al alcance de nuestras manos, por ejemplo, hacernos cargo de procesar los residuos orgánicos que producimos.
Ese proceso se llama compostaje, es una tarea simple que hecha hábito, no demanda mayor trabajo ni tiempo. Con este proceso simple y controlado los restos de vegetales y residuos de jardín se transforman en un abono de alta calidad de uso doméstico en macetas y jardines.
Para comenzar es fundamental tomarlo con calma y avanzar escalonadamente, empezar con pocos residuos para aprender cómo responde el proceso. Muchos hogares comienzan y abandonan por querer poner todo y no tener ciertas consideraciones como el tamaño de la compostera, la "mezcla", el oxígeno y la paciencia.
Para mantener el equilibrio entre residuos húmedos ("verdes") y secos (marrones) en la compostera, se debe airear la mezcla cada semana para evitar malos olores y que el proceso sea efectivo. Pero veamos algunos tips para un compostaje exitoso.
La compostera: se debe tener en cuenta el tamaño, la cual dependerá del tipo de consumo que tenga cada hogar, por ejemplo, una dieta vegetariana en una familia tipo requerirá una compostera de 200 litros. Otra consideración es la ubicación, ya que es conveniente un lugar con sombra, cómodo para llevar los materiales a la misma y evitar que se encharque o la lluvia inunde el interior de la misma.
La "mezcla": con respecto a los residuos orgánicos que ingresan a la compostera, es fundamental tener en cuenta qué SI y qué NO, debe agregarse en el proceso y en la proporción adecuada de verdes (húmedos) y marrones (secos).
Los restos verdes son todos aquellos que tienen agua en su composición, por lo tanto aportan humedad: yerba usada, la mayoría de las cáscaras de frutas y verduras, borra de café, infusiones de té. Por otro lado, los restos marrones son los que carecen de agua y son necesarios para absorber y compensar el exceso de humedad, como así también aportar estructura en la mezcla: hojas secas, chipeado de poda, pasto seco, fósforos usados, pequeñas cortezas de árboles.
El oxígeno: este elemento es crucial para el óptimo desarrollo del proceso de compostaje, ya que acelera la descomposición y evita la aparición de olores desagradables debido a bacterias anaeróbicas. La frecuencia de oxigenación de la mezcla dependerá de cuantas veces se incorporen residuos en la compostera, por ejemplo, si se incorporan orgánicos a la compostera diariamente, lo conveniente es airear una vez por semana todo el material nuevo. Esta aireación se puede realizar con un rastrillo de mano, una palita o idealmente un aireador en espiral.
La paciencia: como en todo proceso, este paso es el más importante para que el proceso de compostaje prospere y se puedan obtener buenos resultados. En la naturaleza nada es espontáneo ni inmediato, es por ello que el compostaje domiciliario permite comenzar a observar, aprender y sorprenderse con la transformación de lo que era desperdicio en un nuevo material lleno de vida que alimentará a nuevas especies vegetales y animales, mejorando significativamente el suelo donde vivimos.
El compostaje es parte de una vida más saludable y el primer paso que podemos dar para mejorar nuestro entorno. Teniendo en cuenta las recomendaciones mínimas, no da olor ni atrae roedores. Comer sano, consumir lo necesario y tener conciencia ambiental, son el gran aporte invaluable y cotidiano que podemos hacer para la construcción de un mundo mejor.















